Numerosos organismos internacionales y científicos han manifestado reiteradamente que el agua es un recurso escaso, aunque dependiendo de la zona geográfica en la que nos encontremos le hemos dado mayor o menor credibilidad a esta afirmación.
Sin embargo, en los últimos decenios factores como el cambio climático el aumento del consumo de agua en la agricultura y la industria, el aumento de la población o la concentración de las lluvias en periodos de tiempo cada vez más cortos han puesto de manifiesto la existencia de un problema de escasez y de desigual distribución temporal y geográfica del agua.
Los resultados de la Encuesta Anual sobre Riesgos Globales del Fórum Económico Mundial (WEF, 2014) recogen las crisis causadas por el agua como la tercera mayor preocupación global. Incluso en el mundo empresarial se empieza a tomar conciencia de la problemática del agua. Así, el presidente de Nestlé manifestó recientemente en el Financial Times que «Más urgente que el cambio climático es la escasez de agua» (Clark, 2014).
Pero la crisis del agua no se ve ya únicamente como un problema ambiental sino también económico. Así, Hoekstra, creador del concepto de la huella hídrica en 2002, manifestó que “los problemas hídricos están a menudo íntimamente relacionados con la estructura de la economía mundial”.
Por ello, el agua se ha convertido en un recurso que necesita ser planificado, gestionado y consumido conforme a unos criterios de racionalidad y eficiencia que exige la presencia en el mercado laboral de expertos del agua a nivel nacional, regional y empresarial. La gestión del agua es, por tanto, la gestión de conflictos.
Así, a nivel nacional y regional son los profesionales en planificación los que deben participar en la creación y desarrollo de la cadena del agua, con el objetivo de gestionar el recurso del agua de una forma sostenible es decir, cubrir las necesidades de consumo de la población y la economía pero sin poner en riesgo la disponibilidad del agua en el medio ambiente.
A nivel empresarial, cada vez es más necesario disponer de una adecuada planificación y gestión del consumo de agua, imponiéndose criterios de uso eficiente y tecnologías que ahorren agua y energía.
Sistemas de gestión del agua, huella hídrica de productos y servicios o medidas de eficiencia hídrica son estrategias, tecnologías y herramientas que emplean las empresas para disminuir el consumo de agua y sus costes asociados, pero que también son empleados como estrategias de concienciación de sus empleados, marketing e imagen corporativa.
En esta especialidad se dota a los alumnos de unos conocimientos necesarios para poder acceder al mercado de trabajo en este sector de la planificación y gestión del agua.
PROGRAMA
1. El mercado del agua. Economía de la gestión del agua
- Crisis hídrica: ¿crisis de recursos naturales o crisis de gobernanza?
- El agua como bien económico
- Gestión integrada de los recursos hídricos
- Instrumentos económicos para la gestión del agua
- Normativa para incentivar al consumo responsable de agua
2. Responsabilidad Social Corporativa
- Los principios éticos
- Los enfoques integrados. norma SGA 21
- Los estándares y marcos de referencia: norma SA 8000
- Documentos de sostenibilidad
- Los niveles de cumplimiento internacional
3. Análisis de Viabilidad
- Viabilidad técnica
- Viabilidad económica
- Viabilidad financiera
4. Sistema de gestión del agua en la empresa
- Punto de partida: compromiso de reducción del consumo
- Análisis del uso y consumo del agua en la empresa
- Objetivos y metas. Elaboración de pautas de actuación
- Evaluación de resultados y corrección de desviaciones
- Integración del ahorro del agua en un sistema de gestión ambiental ISO 14001
5. Huella de agua de un de un servicio o producto
- Concepto y aplicaciones
- El agua virtual. Huellas hídricas verde, azul y gris
- Evaluación de la huella del agua conforme a la Norma ISO 14046:2014
- Evaluación de la huella de agua conforme a la metodología de la “Water Footprint Network”